El Glorioso Newell's Old Boys

miércoles, 31 de octubre de 2007

Nuestras Estrellas

1 . 1974
En tu cancha, en tu car
a:
En 1974 Newell's comenzó a pedir paso en la consideración del fútbol argentino. Dirigidos técnicamente por el "Gitano" Miguel Juárez, el rojinegro armó un equipo que deleitaba hasta aquellos que no eran hinchas. Con una delantera espectacular integrada por el brasileño Marcos, Héctor Martínez, Alfredo Obberti, Mario Zanabria y el también carioca Heraldo Becerra jugaron un fútbol de alto vuelo al que no pudieron coronar con la vuelta.
Pese al duro golpe, siguieron trabajado y lo consiguieron en 1974, cuando sólo quedaban unos pocos "sobrevivientes" de aquel equipo que supieron cargar la presión de la chance perdida para transformarla y cabalizarla dándole un aspecto positivo.
Aquel campeonato Metropolitano de 1974 quedará para siempre en el recuerdo de todos los hinchas rojinegros no sólo por el título conseguido sino también por el espectacular fútbol desplegado y por la calidad de sus jugadores.Aquel conjunto estaba formado por futbolistas de la talla de Mario Zanabria, José Berta, Alfredo Obberti y Santiago Santamaría, por nombrar a los valores más importantes y destacados de la campaña.
Apoyados en una columna vertebral integrada por el arquero uruguayo Carrasco, Rebbotaro, Berta, la magia de Zanabria y el poder goleador de Santamaría, ellos sirvieron como referencia y expresión máxima del fútbol desplegado por los muchachos de "Canción" Montes.
Luego de clasificar para la ronda final, allí debió sufrir hasta las últimas instancias para poder coronar tan brillante campaña. Pese a que logró dos victorias en las primeras presentaciones, y a que un empate sólo alcanzaba, mucho fue lo que tuvo que sudar hasta tutearse con la cima deportiva.
Pero como se dice que todo aquello que cuesta se disfruta más, esta no resultó la excepción. El zurdazo de Marito Zanabria selló definitivamente la gloria dando rienda suelta a la locura desbordante de todo hincha leproso que de alguna u otra manera se hizo presente en aquel festejo que aún hoy perdura imborrable.



2. 1987/88
Un equipo leprosocien por cien:
Un deleite para los ojos. Un campeón que tuvo como principales figuras a Scoponi, Basualdo, Theiler, Pautaos, Sensini, Rossi, Alfaro, Llop, Martino, Ramos, Almirón, Balbo, Dezotti. Todos del semillero leproso. Además fue el campeonato que catapultó al mundo a Balbo, Sensini y Dezotti. El año de la confirmación de todo el talento de Gerardo Martno. El dela jerarquía de Roque Raúl Alfaro. El de la seguridad de Scoponi. Y el de la vuelta de dos hijos pródigos como Ramos y Almirón.Para el técnico, José Yudica, significó como el mismo lo expreso el mayor logro deportivo de su vida. Nacido en las inferiores del club, regreso para plasmar un equipo inolvidable, que respetó la historia del club y reflejó su sentimiento futbolístico. Ese Newell's fue un deleite para los ojos. Un campeón exquisito, de alto vuelo futbolístico.Basados en una temporada espectacular del Gringo Scoponi, convirtiéndose en un arquero-jugador que le otorgó confianza y seguridad a todos sus compañeros; Basualdo marcó y jugó; Theiler y Pautaos constituyeron una impecable dupla central; Sensini irrumpió con su marca, entrega y despliegue permanente.La zona de gestación contó con un volante completo como pocos. Despliegue, marca, juego y pegada fueron las características del Yaya Juan José Rossi; el Chocho Llop fue la rueda de auxilio de todos sus compañeros; Martino fue la usina generadora de todo el juego ñulista y Alfaro el toque de distinción para cada jugada.Adelante lucieron la velocidad del Galgo Gustavo Dezotti y el Negro Sergio Almirón; alternó Víctor Ramos con todo su olfato goleador de siempre y explotó dándose a conocer Abel Eduardo Balbo, quien luego de una segunda ronda con goles fundamentales y actuaciones memorables consiguió pegar el salto al fútbol italiano.Ellos más todos los que ingresaron constituyeron, sin dudas, uno de los mejores equipos de los últimos veinte años del fútbol argentino. Bajo la conducción de José Yudica, aquel fue el equipo soñado. Ese que todos los hinchas de todos los clubes del mundo alguna vez desean alentar y disfrutar a más no poder.

3. Apertura 1990
La concreción de un sueño:
Por el Parque Independencia, aparecía como técnico Marcelo Bielsa, quien junto a Jorge Castelli lograrían consagrarse campeones el 22 de diciembre de 1990.En el arranque del certamen, el promedio del descenso era un fantasma que asechaba a la lepra. Y las dudas de como respondería a tal circunstancia un técnico joven y debutante eran muchas.Pero luego de un comienzo un tanto dificultoso, el equipo comenzó a demostrar su juego, a consolidarse y a gestar una ilusión que finalmente se concretaría.Así, aquel torneo Apertura mostró en la última fecha a Newell's y River como los equipos con posibilidades de alcanzar el título. La lepra jugaba contra San Lorenzo en cancha de Ferro, y River jugaba en su cancha a Vélez. Todo parecía terminado cuando a los 18 minutos del primer tiempo Ruffini ponía el 1 a 0 con un impresionante tiro libre.Pero doce minutos después, mientras River perdía 1 a 0, San Lorenzo logró empatar. Así y todo, al termino del primer tiempo Newell's era campeón. En el segundo tiempo, River empató, lo que hacía peligrar el campeonato.El partido en Ferro había terminado 1 a 1 y restaba nada más saber el resultado de River, que cuando el partido se moría sufrió el segundo gol de Vélez que termino con la ansiedad de esos interminables minutos, y desató la locura y el festejo del rojinegro que se consagraba una vez más campeón del fútbol argentino.


4. Temporada 1990/91
El día que Scoponi atajo hasta lo que no le tiraron:
Ese 9 de julio, Newell's y Boca entregaron una final con todos los condimentos que se le pueden reclamar a dos equipos en instancias definitorias. Desde el resultado incierto, pasando por el público que desde temprano lleno una cancha a más no poder y terminando en la entrega conmovedora de los jugadores que desató la locura de unos y la desazón de otros. Así con las necesidades de uno y las urgencias del otro, los dos dejaron la vida en aquella final de campeonato, generando un espectáculo maravilloso, único, emocionante, vital e inolvidable. Durante el transcurso del partido, los hombres de Oscar Tabárez parecieron acomodarse mejor al punto de convertir con el correr de los minutos en figura al arquero rojinegro Norberto Scoponi. Reinoso, Pico, Tapia, Soñora, Graciani, todos buscaban de una manera u otra sobrepasar la barrera que Ñuls había edificado. Aveces con más fuerza que criterio, los hombres xeneises llegaron hasta las narices del Gringo, pero este cada vez se agigantaba más y le ponía llaves a cualquier ilusión boquense.Así y en partidos donde la seguridad que demuestra un arquero resulta decisiva para el resto de sus compañeros, Norberto se encargó de cortar bien cada centro que cayó en su área, ubicarse perfectamente para tapar remates francos, mandar y manejar los tiempos del partido cuando era imperioso. Sólo el tiro rápido, secó y desde pocos metros de Reinoso pudo con su enorme resistencia. En la definición desde el punto del penal aplicó una cuota de picardía que sumado a su aplomo y tranquilidad le permitió intuir hacía donde irían cada uno de los remates de los ejecutantes rivales. Eso le posibilitó atajar los disparos de Graciani y Rodríguez que le abrieron las puertas del éxito al plantel dirigido por Marcelo Bielsa. De esa manera, el Gringo completó una faena y una tarde inolvidable. Simplemente el día que atajo hasta lo que no le tiraron. Una vez alcanzada la gloria, el momento de festejar vio inmersos a todos. Jugadores, cuerpo técnico, dirigentes, los 7000 hinchas que estaban en la tercera bandeja del estadio xeneise y los varios miles más que inundaron y embanderaron las calles de Rosario se fusionaron para darle al país futbolero un solo color. El rojinegro leproso campeón.


5. Clausura 1992
La confirmación de un estilo:
Existieron otras claves, lógicamente, que le agregaron conceptos técnicos y tácticos a esa fuerza vital que les transmitió la historia. El equipo de Bielsa fue justamente eso: UN EQUIPO. Unido, compacto, solidario. Por encima de las aptitudes técnicas de sus componentes concretó el desdoblamiento defensivo - ofensivo que cualquier técnico quisiera para su equipo. Pasar de defensa a ataque y de ataque a defensa en sólo cuestión de segundos era una mecánica funcional clave en aquel Newell's campeón.Esta casi premisa que tenía, llevaba a que dentro del campo de juego, el equipo pudiese gustar o no en su juego, pero era muy difícil vencerlo ya que los once atacaban; y cuando perdían la pelota los once defendían.Aquel era un conjunto con un grado de madurez asombrosa. Que mostraba armonía, control de pelota y circulación con fluidez. Algo difícil de conseguir. Aunque, quizás, la mayor virtud era su notable capacidad para manejar los encuentros, sin desesperarse, estirando la cancha a lo ancho, haciendo correr el balón hasta desgastar las fuerzas del adversario y encontrar el momento justo para lastimar.Así y luego de arrancar el año 92' con un cachetazo tan duro como inesperado, como fue el 0-6 en el Parque ante San Lorenzo en el debut de la Copa Libertadores, Newell's se levantó y reconstruyó su presente. Ese inicio fue un golpe, un shock, un aviso casi definitorio. Pero ese equipo junto a su cuerpo técnico fueron capaces de sacar a relucir sus convicciones y lograron sobreponerse hasta alcanzar el título de campeón. Ese que le permitió al club dar su quinta vuelta olímpica en los torneos de la Asociación del Fútbol Argentino.




6. Apertura 2004
Con estirpe, clase y alma de campeón:
Newell's fue campeón porque indudablemente fue el mejor equipo del torneo, incluidas las idas y venidas de su rendimiento, vaivenes que pusieron en duda sus chances en aquella mini seguidilla amarreta en resultados como local que llevaron a Gallego a decir que habían perdido medio campeonato tras empatar con Olimpo.
Pero eso ya es historia. Casi una anécdota para un equipo que dio la vuelta olímpica después de doce años con argumentos futbolísticos lo suficientemente convincentes y sólidos como para festejar el sexto título de su historia.
Es probable que si el mal de irregularidad que asoló al campeonato no lo hubiera afectado, Newell's hubiera definido el Apertura con muchísimo mayor margen y bastante antes de la última fecha.


LO MAS GRANDE QUE TENEMOS..

martes, 30 de octubre de 2007

La Historia Rojinegra

Isaac Newell: Nació el 24 de abril de 1853 en Strood, una pequeña ciudad inglesa del condado inglés de Kent. Munido de su espíritu aventurero, emprende a los 16 años a la Argentina.En 1869, Newell llega a Rosario, donde establece a su familia, y funda su propio establecimiento educativo. Debido a problemas de salud, se ve obligado a retornar a su Inglaterra natal, dejando a su hijo, Claudio, a cargo del colegio. Regresa al año siguiente, no por el colegio, sino para encarar una nueva empresa.En 1903 funda un club de fútbol con su nombre. Dos años más tarde queda formalmente constituido el Club Atlético Newell's Old Boys.


Los Colores: Cuando Isaac Newell funda el colegio, elige como emblema un escudo dividido en cuatro partes: en la superior izquierda, sobre fondo negro, un par de alas de mercurio; a la derecha, sobre fondo rojo, se recortaba la lámpara de la sabiduría; en el ángulo inferior izquierdo, aparecía la bandera inglesa, y a la derecha la bandera argentina.Cuando Newell funda el club no duda que los colores representativos fueran el rojo y el negro de la parte superior del escudo. Sin embargo, los primeros partidos, las camisetas eran blancas con bastones azul-celestes con la bandera inglesa en el bolsillo.

El primer clásico: Se jugó el 18 de junio de 1905, en Plaza Jewell. En aquel partido, Newell's derrotó a Central por 1 a 0.

Del tiro federal al Parque Independencia: El primer estadio que utilizó Newell's se encontraba en Humberto 1º y Boulevard Avellaneda, a pasos del Club Atlético Tiro Federal. Hasta que el 23 de julio de 1911 se inaugura el estadio del Parque de la Independencia.
Debut en la AFAEste se produjo el 19 de marzo de 1939, enfrentando al Club Atlético San Lorenzo de Almagro y venciendo por 2 a 1. Ese año Newell's terminó 4º en el torneo con 43 puntos y con 77 goles a favor y 44 en contra.

El primer Campeonato Oficial: Newell's gana su primer campeonato oficial en 1946, adjudicándose el torneo de 3º división, ganándole las finales a River Plate. La primera en cancha de Central por 3 a 1, y la segunda en cancha de San Lorenzo, se impuso River por 1 a 0. En el desempate, en cancha de Independiente, ganó Newell's por 1 a 0

Descenso y Ascenso: Tras una desafortunada campaña, el equipo desciende a la divisional "B" al finalizar la temporada de 1960.Se recuperan en la campaña posterior y logra consagrarse campeón del torneo de ascenso, pero una resolución del Tribunal de Penas de la AFA lo condena a seguir jugando en la B.Sólo en 1964 conseguirá retornar al círculo de privilegio.

Porqué los "Leprosos": Cuentan que en una ocasión, una comisión de Damas de Beneficencia del Hospital Carrasco, gestionó mediante sendas notas -dirigidas a las autoridades de los principales clubes de la ciudad- la realización de un partido de fútbol a beneficio del dispensorio que combatía en Mal de Hensen, comúnmente conocido como lepra. La invitación fue aceptada de inmediato y con gusto por los de Newell's mientras que fue rechazada por sus pares centralistas. Desde aquel entonces, los rojinegros fueron los "leprosos" y los albiazules los "canallas".

Los Campeonatos de 1ª división y las copas Libertadores de América: Newell's ganó 6 campeonatos de primera división:el metro de 1974, el torneo 1987/88, el apertura 1990, la final del torneo 1990/91 a Boca en la bombonera y el clausura 1992 y en el 2004También participó en cinco copas libertadores de América, saliendo subcampeón en dos de ellas (1989 frente al Nacional de Montevideo y en 1992 frente al San Pablo de Brasil por penales).